sábado, 19 de enero de 2008

1.

"¿Qué es cada hombre sino un espíritu que ha tomado una breve forma corporal y que luego desaparece? ¿Qué son los hombres sino fantasmas?" Thomas Carlyle."La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos." Karl Marx.
"(...)... en algunos pueblos del interior, hasta principios del siglo XX, la pequeña burguesía solía ocultar a los parientes que se consideraban impresentables, ya fuera por disfunciones físicas o psíquicas que los pudiera hacer pasibles del rechazo social, en una construcción que se anexaba en los fondos de la vivienda familiar...". Fragmento de "Un estudio sobre los criterios de integración social y patrones de normalidad en las provincias durante el último siglo.(...)", Departamento de Estudios Latinoamericanos, Universidad de Magdeburgo, Alemania Federal, 1953.
1.El avión salió de entre las nubes y Tomás se inclinó sobre la ventanilla, comenzaban a descender: el sol del atardecer doraba las aguas del Atlántico, hacia el Oeste distinguió la silueta de la ciudad de la que había partido cuando tenía tres años. Y en forma abrupta experimentó una caída lateral y vertiginosa, la ciudad se transformó en una garra acerada que lo buscaba con avidez. Se apartó de la ventanilla y cerró los ojos, la intensidad y frecuencia de las palpitaciones lo hicieron temer un infarto y se obligó a respirar con lentitud y profundidad. Al cabo de unos minutos consiguió distenderse, al menos todo lo que se lo permitía la consciencia de estar suspendido en el aire. Una sensación, o más bien el recuerdo de una sensación lo dominó: inminencia; la percepción de que algo importante está por venir. Un sentimiento adolescente se dijo con escepticismo, de una época donde el deseo tiende a mostrar toda aventura como posible. De todos modos no le fue muy fácil desprenderse de la reminiscencia. La azafata caminó por el pasillo anunciando a los pasajeros que estaban a pocos minutos de aterrizar y pidiéndoles que se abrocharan los cinturones; Tomás la siguió con la mirada mientras caminaba hacia la parte posterior de la cabina y pensó en invitarla a tomar un café no bien aterrizaran, aunque dudó de que se atreviera a hacerlo. Se sabía tímido hasta la exageración a pesar de la imagen de periodista desenvuelto y desenfadado que daba en sus entrevistas televisivas. Durante el tiempo que había durado su casamiento se podría haber atribuido su ausencia de aventuras extramaritales a la fidelidad; pasados seis meses desde su separación y ante la inexistencia de nuevas relaciones no tenía la menor duda de que rumores sobre su ambigüedad sexual ya estaban circulando por el ambiente. Una molestia menor, en todo caso, su preocupación fundamental era la crianza de Alicia y tratar de mantener una relación más o menos racional con una ex que comenzaba a evidenciar con mayor notoriedad su desequilibrio psíquico.

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